El lagarto la reina no es una preparación exclusiva de Venezuela, pero como es común, cada localidad le da su sazón personal. Hoy aprenderás una receta bastante sencilla, deliciosa y que puede enamorar al más reacio.
Si no lo has preparado jamás, es el momento de sorprender a tus comensales. Vamos a preparar un delicioso lagarto la reina guisado.
Diferencia entre el lagarto con hueso y el lagarto la reina
Puede que simplemente escuches lagarto en tu carnicería de confianza, pero en muchos casos, hay personas que le gusta darle apellido al corte. En este caso, es bastante sencillo el caso, pues ambos puede usarse de forma muy similar, pero resulta interesante conocer la diferencia.
El lagarto tradicional, y no te preocupes, no se trata de un reptil, es un corte muy usado para sopa. Este es conocido en otras culturas como osobuco, siendo una pieza de carne que contiene hueso. Este se corta con ayuda de máquinas especiales para tal fin y dan piezas simétricas de aproximadamente 4 o 5 cm de grosor.
Otro corte similar es el lagarto la reina, el cual no posee hueso, siendo únicamente el músculo de la res.
La variación en cuanto a precio, puede ser significativa y ambos casos se preparan de forma similar, dejando principalmente para la sopa o hervido.
El osobuco tiene mucho más sabor, especialmente por el propio hueso, el cual, desde el tuétano, presenta un sabor agradable. El lagarto sin hueso, por su parte, también tiene mucho sabor, pero no cuenta con la esencia de muchos hervidos venezolanos, el hueso.
👀--> Aprende a cocinar el asado negro con mi receta <--👀
Aprende cómo preparar el lagarto la reina como todo el profesional
Esta receta tiene un encanto particular sin ser compleja. Acá te explico cómo cocinar el lagarto la reina de forma sencilla en tu hogar.
Ingredientes:
1 kg de lagarto la reina.
1 cebolla grande.
2 ajies dulces.
5 dientes grandes de ajo.
1 tomate rojo.
1 tallo de cebollín.
1 Cerveza.
Sal.
Aceite.
1 papa grande.
1 zanahoria mediana.
1 cucharada de salsa de soja.
Pimienta.
Insumos y herramientas:
Caldero
Paleta de cocina
Escudilla
Cuchillo
Tabla de picar
Preparación del lagarto la reina:
Limpiamos y cortamos el lagarto, por grasa, no te preocupes, no encontrarás, únicamente pequeños nervios, los cuales saben deliciosos al estar cocidos. Hay comensales a los que les gusta cortado en trozos pequeños, a mí en particular, me gusta poder cortarlos en el plato.
Pelaremos, aplastaremos y cortaremos los dientes de ajo, los cuales en la escudilla, mezclaremos con el lagarto, así como la salsa de soja. Puede ser recomendable, opcionalmente, agregar una pizca de azúcar, la cual servirá para dorar la carne. Reservamos en la nevera por un rato.
Cortamos los ingredientes de acuerdo a su uso y reservaremos. La cebolla y el ají irá, en julianas, el cebollín en aros, el tomate en dados pequeños. La zanahoria, la pelaremos y cortaremos en tropezones, al igual que la papa, pero esta la reservaremos en agua fría con un toque de sal.
Sacamos la carne de la nevera, podríamos esperar al menos una hora para hacerlo. Llevamos el caldero a fuego alto y dejamos calentar bien.
Cuando el caldero esté bien caliente, agregamos el aceite, yo recomiendo una o dos cucharadas. Cuando empiece a humear, agregamos la carne marinada que sacamos de la nevera hace unos minutos. La idea en este punto es que se logre dorar. Mi recomendación en este punto es no remover constantemente, pues los propios jugos de la carne, harán que el caldero pierda temperatura y la carne empiece a sancocharse.
Debemos dejar dorar algunos minutos. En caso de que suceda que los jugos empiecen a soltarse, adelantaremos agregar los ingredientes faltantes. Si se mantiene con poco líquido y dorada, esperemos a que tenga el color caramelizado.
El primer ingrediente que añadiremos al caldero, luego de la carne, será la cebolla, casi de inmediato el ají y posteriormente el cebollín. Debemos remover constantemente.
Al notar que la cebolla empiece a marchitar, agregamos el tomate y seguimos moviendo por cerca de 4 minutos más.
Trascurrido el tiempo, es hora de vaciar la cerveza y la pimienta, te recomiendo, no esté fría, pues la carne se tornará más dura de lo que ya está, el lagarto, tiene la particularidad de ser muy duro, lo que permite que al ablandar, esté muy sabroso.
Agrega a la mezcla, sin bajar el fuego, cerca de un litro de agua, el líquido, debe cubrir por completo la carne. Tapamos parcialmente y dejamos que el fuego haga su magia. Te recomiendo revolver cada 20 o 30 minutos.
Una recomendación importante que puedo darte, para que la cocción no sea eterna, es calentar agua en una olla aparte. La idea de esto es que cuando se evapore demasiado el líquido del caldero, lo podamos completar con esta agua. Si agregamos agua fría o ambiente, la proteína demorará mucho más en ablandar.
Después de una hora u hora y media de cocción a fuego alto, debemos revisar si a la carne, le entra el cuchillo, este será indicador de que está suave. En caso de que no suavice, debemos mantener hirviendo el caldero, siempre con suficiente líquido.
Es importante tener presente que al culminar la cocción, la cantidad de líquido no será la misma que inicialmente y no buscaremos que lo sea, pues necesitamos concentrar el sabor. Así que no te preocupes, si la carne está blanda, ya estamos cerca.
Cuando la punta del cuchillo penetre la carne adecuadamente, llegó la hora de verificar la cantidad de líquido y agregar la zanahoria.
En este momento, agregamos la sal, no se hizo inicialmente para facilitar que la carne ablande adecuadamente. Este es un truco para ablandar la carne más rápidamente.
Pasados 10 minutos agregamos la papa y tapamos el caldero por algunos minutos más.
Establecer tiempo, en este caso, es delicado, pues, las papas varían en su tiempo de cocción, variando incluso en el tiempo de cosechadas, si son papas blancas o amarillas. Intentamos introducir la punta de un cuchillo en la papa, cuando está entre suavemente, podemos apagar el caldero.
Rectificamos la sal y pimienta. Encendemos el horno a máxima temperatura y dejamos calentar por algunos minutos. Llevamos el caldero sin tapa, buscando que se seque un poco el líquido y se dore ligeramente los alimentos y la capa superior de la salsa. Si tienes gratinador en tu horno, enciéndelo hasta que dore.
Deja reposar algunos minutos. Puedes servir este plato con arroz blanco y plátano horneado.
Comentarios
Publicar un comentario